sábado, agosto 16, 2025
Si tuviera hoy mi corazón...
sábado, julio 26, 2025
Una nueva novela
sábado, julio 19, 2025
El arte de coleccionar historia
En un mundo cada vez más digital, esta guía nos recuerda que hay historia viva en nuestras manos. "Monedas y billetes : el arte de coleccionar historia” no es solo un libro, sino una invitación a mirar con nuevos ojos aquello que pasa de mano en mano sin que lo notemos: el dinero como reflejo de una época, una cultura y una identidad.
Organizado como una guía personal y cercana, este libro te conduce con claridad y pasión a través de los temas clave que todo coleccionista principiante debe conocer. Desde las preguntas iniciales —¿por qué coleccionamos?, ¿por dónde empiezo?— hasta temas más específicos como la numismática mexicana, las características de los billetes, el simbolismo del escudo nacional o dónde encontrar monedas interesantes en la vida cotidiana.
Los capítulos dedicados a herramientas y consejos prácticos son especialmente útiles, pensados para convertir la curiosidad en una afición bien orientada, sin caer en tecnicismos innecesarios, además de que incluyo una orientación útil para comprar con mayor seguridad y no caer en estafas comunes, que lamentablemente es algo que sucede. Finalmente te incluyo un glosario y un epílogo reflexivo para cerrar el recorrido con la elegancia que debe caracterizar a todo coleccionista, pero también con sentido humano.
Con un diseño claro y un tono accesible pero riguroso, esta guía es ideal para quienes quieren iniciarse en la numismática con una base sólida, acompañados por la voz de un coleccionista apasionado que comparte su experiencia con generosidad.
Ahora disponible en formato Amazon Kindle y en formato impreso en pasta dura y paperback en mercados selectos, esta guía puede acompañarte a donde vayas, desde tu escritorio hasta tu próximo hallazgo en el mercado de pulgas o una nueva convención que visites.
Aquí mismo incluyo el enlace a una muestra gratuita para que puedas hojear las primeras páginas y descubrir si esta aventura numismática también es para ti, una guía pensada no solo para entender la numismática, sino para disfrutarla.
Adquiere mi nueva guía, ideal para lectores de todas las edades que buscan en las monedas y billetes algo más que su valor nominal, en los siguientes enlaces:
viernes, mayo 09, 2025
Los 'Gentleman's Pursuits' del siglo XXI
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Pierre Sériziat, C. 1795, Jacques-Louis David |
Sentados ante un café y una laptop de por medio, mi buena amiga Claudia me preguntaba el porqué el nombre del artículo que escribía en aquel momento, "The Gentleman's Pursuits", estaba en inglés y no en castellano, señalando que, aun sabiendo su traducción, ella hubiera preferido un término dirigido a una audiencia hispanoparlante.
- ¿Por qué no en español? - Me miró con en esa sonrisa tan suya, mezcla de curiosidad y pequeño reclamo.
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Aprovechar nuestro tiempo en esta tierra, que de un instante a otro todo puede cambiar. In ictu oculi de Juan de Valdés (1672) |
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Robert de Montesquiou por Paul Troubetskoy |
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Baldassare Castiglione, autor de Il Cortesano (1528). |
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Reconstrucción en bronce del Doryphoro de Policleto (450 a.C.) |
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Le Cercle de la Rue Royale, de James Tissot (1680). |
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"El sueño del Caballero", de Antonio de Pereda (1650). |
Los Gentleman´s Pursuits, que se traducirían directamente como los intereses o búsquedas intelectuales de un caballero, son finalmente todos esos intereses intangibles por los que uno parte en búsqueda de la verdad, de aquellos placeres de 'fina conmoción intelectual' anunciados por Epicuro: la idea de querer saber de todo y hacer de todo, en el talante de un hombre del renacimiento, aprovechando el tiempo que nos queda antes de partir (tiempo cada día más valioso porque nos queda menos, sobre todo en tiempos tan inciertos como los que nos ha tocado vivir). Es hacerse la pregunta, sin duda de carácter estoico: ¿Cuánto tiempo dejaré pasar para que me convierta en lo que podría llegar a ser?
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viernes, febrero 21, 2025
miércoles, enero 01, 2025
Intenciones o ¿de qué va este blog?
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Cercle de la Rue Royale, por Tissot |
"Amarga es ya mi vida, ¿para qué quiero amargo mi café?"
Era una señora rocosa, sencilla, un poco hosca, nuestra nana, doña Andrea, pero nos transmitió a mis hermanos y a mí cierta alegría de vivir, de comer bien y sabroso, y también, claro, nos enseñó a tomar café. Sin embargo los cafés que ella preparaba eran extremadamente dulces, lo cual a mí realmente no me gustaba; pero si uno preguntaba porqué le ponía tal cantidad de azúcar ella respondía justo eso: "amarga es mi vida, ¿para qué quiero amargo mi café?", con una sonrisa. Muchos años después caí en cuenta de que en cierta forma, a pesar de haber tenido una vida difícil, ella creía que valía la pena disfrutar las cosas que le gustaba hacer, cosas sencillas de todos los días, pero que le daban felicidad... Bastantes cosas, solía decir ella, nos amargan la vida como para vivir amargados en privado también.
Y nada más cierto en este siglo, el de la información. Cómo ya lo escribí antes, el (evitable) embate de las redes sociales y de los medios en general, debo decir, nos hace vivir mil vidas trágicas al hacernos sufrir diariamente con todo lo terrible que le pasa al mundo desde nuestras pantallas, ya sea las del televisor o las de los dispositivos móviles. Con todo, vivir bien no se trata de vivir aislado, en una burbuja, o en nuestra columna de marfil, como ya lo decía Gustave Flaubert en la carta a su amigo Iván Turguéniev, con su celebre frase al respecto ("Siempre he procurado vivir en mi torre de marfil. Pero una marea de mierda bate ahora sus muros hasta el punto de derrumbarla."); las tragedias de la realidad, la corrupción, la miseria, la violencia o la vulgaridad han estado ahí siempre y en cualquier época.
Vivimos en un precario balance que, como vemos hoy en día, en cualquier momento corre el riesgo de derrumbarse.
El problema de nuestro tiempo es la inmediatez de su presencia y la constante exposición al ciclo de noticias negativas 24/7, lo que ya llegó a un grado exasperante. Esto sin duda afecta nuestro bienestar emocional, acorralándonos en un estado continuo de ansiedad y zozobra: de hecho, de acuerdo a algunos psicólogos, la exposición continua a noticias negativas y violentas puede causar efectos psicológicos a largo plazo, más allá de sentimientos simples de desaprobación o pesimismo.
En defensa del ideal del caballero (o la dama) cultos
Hoy en día, querido lector, lectora, los valores de la cultura, la belleza, la filosofía, la sabiduría, y del conocimiento de la historia parecen estar bajo ataque. En esta era de apariencias de Instagram lo banal y lo superficial parecen ser el ideal a alcanzar. Hombres y mujeres también parecen menguar en carácter y peso intelectual, y escribo "parecen" porque existen notables excepciones, pero es, como mínimo, interesante desde el punto de vista sociológico observar la levedad de espíritu que marca nuestro siglo; en una época donde ahora como nunca antes tenemos acceso gratuito e irrestricto a todo tipo de información, la mayor parte de la humanidad tiende a la estupidez, a lo vulgar. No consideren lo que digo, mis amigos, como algo elitista, todo lo contrario: cómo uno de tantos ejemplos, existen bibliotecas y universidades públicas, es decir, conocimiento accesible a todos, desde hace varios siglos; es sabido que quién desee superarse puede hacerlo a través del esfuerzo y el estudio, pero para eso hace falta voluntad, como ya antes lo ha dicho Victor Hugo.
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'Polymath'. MASA/Breed London |
Sobre el contenido de este blog
Entonces, ¿de que se trata este blog? Pues de todo aquello que nos hace hombres y mujeres elegantes, elegantes en ambiciones, alcances, conocimientos, comportamientos y gustos; elegantes de pensamiento. Este objetivo es del todo idealista, del tipo de idealismo del que habla José Ingenieros en su celebre obra El Hombre Mediocre, lo sé, pero creo que una mente cultivada es el complemento ideal de un estilo de vida elegante... Este blog se trata de todo aquello que nos causa, siguiendo a Epicuro, fina conmoción intelectual. Aunque tampoco se engañe al público, el camino del refinamiento personal es difícil, pero las recompensas son vastas y desconocidas para quien no se atreve, no le interesa o por lo menos le son indiferentes; eso nos distingue a usted y a mi, que estamos en comunicación, aquí, a través de la palabra escrita y no en algún otro lugar pudiendo hacerlo.
Vita attiva e contemplativa
No se dejará de lado el aspecto físico, mens sana in corpore sano, reza el antiguo dicho en latín; todas las sociedades (aristocráticas o no) que hayan aportado valor a la humanidad también han sido sociedades deportistas. Existen paralelismos innegables entre los valores del esfuerzo personal del deporte y del mejoramiento de la propia persona en los ámbitos intelectuales, culturales y en lo social. Privilegio los deportes en solitario, accesibles desde el momento en que se desea practicarlos, los que nos hacen meditar en tanto el cuerpo está en movimiento: la carrera, el ciclismo, la natación, el gimnasio, y el antiguo y noble arte del boxeo (ya presente en los juegos fúnebres en homenaje al héroe Patroclo, en la Iliada de Homero y una de las habilidades que todo caballero que se precie de serlo debería tener). Hablaremos de sus técnicas y sus herramientas, todo un mundo aparte en si mismas.
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El Sueño del Caballero, de Antonio de Pereda |
Así que sobre los objetos daré mis más personales sugerencias de lo que hay que tener, sobre todo tratando de escapar a las modas y la publicidad de marcas y buscando aquellas que ofrezcan el valor de la calidad perenne y de la tradición elegante: serán objetos de marcas que la mayoría no conoce, más para los entendidos que buscan objetos verdaderamente buenos y no necesariamente conocidos (esos cualquiera los compra); en estos tiempos de publicidad masiva multiplataforma y de neuromercadotecnia es fácil caer en la trampa de la ilusión de exclusividad de las marcas de lujo reinventadas y de tener el privilegio de la elección, pero es solo un juego de espejos: para muestra, un pequeño dato ilustrativo: la gran mayoría cree que un Rolex es un reloj de lujo de gran clase (bastante caro, por cierto), pero esta marca fabrica 800,000 piezas al año, un número que difícilmente califica como exclusivo. Creo, sin embargo, que lo verdaderamente exclusivo es aquella pieza escogida de manera inteligente, de excelente fabricación; es aquel objeto heredado o mandado a hacer únicamente para nosotros y bajo nuestros estándares, eso es el verdadero lujo. Consumidores al fin, si algo nos va a acompañar en nuestra vida al menos que sea como realmente lo queremos, que signifique algo para nosotros y no para los demás. Y generalmente la elección de un gentleman jamás es convencional. Ya lo decía Giovanni Dos-Sicilias: "el rodearse de cosas bellas es el mejor antídoto contra el mal gusto de acumular".
Muchas otras cosas también serán incluidas: hablaré sobre, digamos, 'las herramientas' que todo caballero debe tener y saber usar, artículos que he publicado, avances de mi última novela (en turno), algunos cuentos, crónicas de viajes, máquinas y tecnología, consejos gastronómicos, maridajes, buenos momentos, tradiciones elegantes, música, escritos sobre las artes y pensamientos filosóficos, además de los llamados Gentleman´s Pursuits, todo lo que un caballero elegante debe saber, sin olvidar brindar en cada publicación nuestros respetos a la belleza, la belleza de la forma, del objeto, de un gesto, de un pensamiento elegante.
Sobre los vinos
Hablaré de vinos porque tengo una liason personalísima y añeja con los buenos caldos; me traen recuerdos de mi padre cuando era yo apenas un joven, de la familia, de momentos sublimes, de viajes... Sobre esta cuestión, no soy ni connoisseur ni sommelier, solo un viajero en busca de la pureza: me gustan los buenos vinos y compartir lo poco o mucho que he aprendido sobre ellos (básicos para maridar, cómo leer una etiqueta, algunas recomendaciones, etc.), todo muy down to earth y sin esnobismos ni pretensiones y asequible a precios razonables. Este conocimiento acumulado en más de 25 años como aficionado a los vinos lo he querido compendiar en mi nueva publicación Diario de Vinos (breve iniciación a los placeres del vino), ya disponible en Amazon en versión e-book y en una edición impresa e ilustrada que incluye 80 notas de cata para que usted guarde sus propias memorias hedonistas.
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Vanitas, por Pietr Boel, C. 1663 |
En algún lugar del mundo les envía un saludo cordial,
miércoles, noviembre 13, 2024
Verdades ocultas: la realidad que se esconde en los mundos de ficción
Imagen de Xavier H. Castañeda en Instagram |
Nueva novela, próximo lanzamiento |
viernes, septiembre 20, 2024
Perdidos en la mar: una historia de familia
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Goleta en las ribera del río Grijalva, Villahermosa |
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Carta General de Ferrocarriles de la República Mexicana y Rutas Marítimas, 1933 |
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The Great Texas Hurricane of 1916 |
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"Cubierta de una goleta durante la tormenta". Fotografía de W.R. MacAskill |
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Localización de las Islas de Swan, frente a las costas de Honduras. |
Durante la época de nuestra historia las islas de Swan eran plantaciones de palmeras de coco, de propiedad norteamericana, regenteadas por la United Fruit Company, una compañía estadounidense de infame historia que ejerció una influencia y poder económico y político sin escrúpulos y que inclusive llegó a sobornar a políticos y auspiciar golpes de estado en América Central y América del Sur (en las peyorativamente llamadas Repúblicas Bananeras) con el fin de obtener el mayor margen de ganancias posibles, sin dejar de mencionar los abusos cometidos en contra de los trabajadores nativos y de origen africano. Dicha compañía representaba el prototipo de una corporación norteamericana como punta de la lanza de la política intervencionista de los Estados Unidos en otros países americanos, lo que ahora se conoce como doctrina Monroe, sintetizada en la expresión "America for the Americans", y la cual en principio se oponía al colonialismo europeo del siglo XIX considerando cualquier intento del mismo como una agresión si intereses norteamericanos se veían afectados en países de América, pero que luego sirvió como carta blanca para sus afanes intervencionistas en países de América Latina y el Caribe, siendo finalmente en si mismo un impulso colonialista Estadounidense. A esto también se le conoció como la política del "Gran Garrote" o Big Stick (de la expresión africana "habla suavemente y y lleva un gran garrote, así llegarás lejos".
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"La Gloriosa Victoria", mural de Diego Rivera que plasma los abusos cometidos por la United Fruit Company |
En el caso de las islas Swan, estas se encontraban justo en el medio de un intenso tráfico comercial de la propia compañía y la isla principal también servía como estación de radio y meteorología para sus flotas caribeñas, la llamada "Gran Flota Blanca", y, entre otras cosas, no permitía el arribo y estancia de mujeres bajo ninguna circunstancia. Las mujeres en ese contexto de explotación comercial y laboral realmente corrían todo tipo de peligros...
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Vista de la "Gran Flota Blanca" de la United Fruit Company en los muelles de Nueva Orleans, 1910 |
La travesía parecía llegar a buen término después de estar bajo tantos peligros, pero curiosamente las aventuras no terminaron ahí: después de navegar con éxito de vuelta a costas mexicanas, y al estar por tocar tierra, un barco militar les interceptó y todos los ocupantes del "Esperanza" fueron arrestados por creerles contrabandistas debido a la gran cantidad de provisiones extranjeras que tenían a bordo. Todo se aclaró más tarde al comprobar su historia con documentos, los cuales milagrosamente se habían salvado de ser arrojados al mar en los momentos más álgidos de la tormenta.
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Fachada del edificio histórico de la United Fruit Company en Nueva Orleans. |
viernes, junio 21, 2024
De una Belleza Extraordinaria
Sobre el Sindrome de Stendhal y la hermosa discreción de la elegancia.
Habíamos quedado en vernos en una esquina de la Piazza San Marco, donde en aquellos momentos se llevaban a cabo los preparativos para el ya próximo Carnevale, lo cual animaba a ciudad con extravagancias de mascaras y características vestimentas carnavalescas. Ya cansados después de una intensa mañana de Accademia, Palazzo Ducale y Basílica de San Marcos, y de la búsqueda de un tapiz por parte de Pablo y de una navaja 'Marinera di Venezia' por mi parte, ambos sonreímos cuando nuestro amigo nos hizo señas para que nos acercáramos a uno de los pasajes de aquella plaza. Así, en procesión, comenzamos a andar en lenta travesía a las entrañas de Venecia. De a poco empezamos a perder el bullicio turistero y su trajín de tiendas de lujo para adentrarnos en la verdadera ciudad, en si misma evocadora de misterio y de por demás románticas ilusiones; no era posible dejar de escuchar las historias susurradas por las antiguas paredes de aquellas estrechas callejuelas y a cada paso parecíamos ser transportados a otro lugar, en otro tiempo; mi mente viajando irremediablemente hacia el 'Andrea Delfin' de Paul Heyse, todo misterio y tragedia en la Venecia de 1762, y a aquellas aventuras del bastante culto e inteligente incomprendido Giacomo Casanova con su bellisimas monjas C-- C-- y M-- M-- y otras tantas aventuras más en La Serenissima del siglo XVIII. Tras unos buenos minutos de andanzas históricas, llegamos a un pequeño restaurante con todo el encanto de la familia italiana, la 'Trattoria Chinellato', en el antiguo 22 de no recuerdo que calle, en donde numerosos lugareños disfrutaban de los placeres de la mesa.

Sin embargo, la conversación de sobremesa había girado hacia el tema de la belleza, tal vez a causa del la sobredosis artística que se sufre comúnmente en Italia, o tal vez a causa del marinamiento causado por aquel spumante Asti Fiorentino bebido durante nuestra obligada 'gondolatta con musicanti' de esa mañana y/o del bianco Bordolino Classico que había acompañado la comida. De esta manera, la conversación había transcurrido de Florencia al Musei Vaticani, y desde la Toscana al Museo Peggy Guggenheim, pasando por el Síndrome de Stendhal – ritmo cardíaco acelerado, confusión y vértigo y hasta alucinaciones cuando se es expuesto a una dosis excesiva de belleza, arte, pinturas y otras obras maestras - y bueno, que al fin al cabo hablar de belleza en Italia es algo muy natural, y hombres todos como éramos en aquella mesa, se comenzó a hablar de mujeres.
Más tarde y ya en francas disertaciones nacionalistas, es decir, todos queriendo reclamar el galardón y ante un panel internacional constituido por un español, un italiano, dos chilenos, dos brasileños, dos mexicanos y la siempre presente dueña veneciana – y de su hija-, la pregunta saltó a mi, caliente como una bella vasija de barro acabada de salir del horno:
¿Y de donde crees tú que son las mujeres más hermosas de este planeta? -
La pregunta me sorprendió por un instante porque justo en ese momento estaba pensando en comprar un libro de 'Historia de la Belleza' de Umberto Eco que no hacia mucho había visto en una librería, además de que me pareció que todos habían callado en el lugar para escuchar mi respuesta.
- ¿De este planeta solamente?- bromee. – Mmmh…- ganaba tiempo. Se precisaba de ingenio y de diplomacia para evitar -el inevitable- faux-pas…
- Tal vez mis preferencias- contestaba - en cuanto a chicas se refiere, pertenecen más al ámbito literario que al geográfico. Claro que en México, como en todos lados, existen mujeres bellísimas, donde las haya. – lancé.
- Eso es interesante- comentó Manuel -¿Literarias en el sentido de evocación imaginaria? Porque si es así, querido amigo, ¡esas mujeres no existen!- Todos reímos.
- Lo sé, lo sé... Literaria en el sentido de lo que una mujer puede llegar a causar en la mente masculina, o en su caso, en lo que puede llegar a disparar en su imaginario, hay que recordar que 'Beauty is in the eye of the beholder', además de que en el mundo paralelo de la literatura abundan mucho más las descripciones de personalidad que descripciones físicas, que como todos sabemos, hace falta ver. -
-Entonces, ¿que mujeres literarias te atraen? ¿La Lotte de Goethe quizás? ¿La Natasha Rostova de Tolstoi? ¿La Clawdia Chaucat de Thomas Mann?- Sonrió, por la intención que dejaba entrever al mencionar a esos complejos personajes femeninos, imaginé, con todos sus atributos, taras y máculas, aunque hijas de la pluma de señores.
-Bueno- contesté- Son tantas... Aunque me vienen a la mente algunas descripciones femeninas de Agatha Christie que estuve tentado a enmarcar por evocadoras, como antes mencioné. – Sonreí también, por que ahora lanzaba que las mujeres de Christie eran hijas de una mujer, menos famosas, claro está, pero igual de singulares y ciertamente encantadoras.
- ¿Cómo cuales? – alguien preguntó. Tuve que hacer un esfuerzo para recordar exactamente de quién hablaba, pero al final pude articular:
(En aquel momento efectivamente mencioné las siguientes citas, querido lector, aunque no recuerdo con que precisión; aquí transcribo las originales, ya que escribir mi propio blog me otorga esta licencia de recursos, y de espacio...)
- Recuerdo quizás a aquella Adela Fortescue la cual, Christie escribía, “era todo un ejemplar de la especie; una soberbia figura, Adela era atractiva por dentro y por fuera, con un encanto que decía simplemente a cada hombre: “Aquí estoy. Soy una mujer”. Respiraba femineidad por todos sus poros…” O también aquella Valerie Sinclair, cuya “palabra, su gesto constituían un poema. De ella se desprendía un aura romántica. Vestía una prenda muy casera, una bata de franela encarnada que le llegaba a los pies, pero el encanto de su personalidad dábale un sabor exótico y semejaba una vestidura oriental de encendido color…”- el silencio se generalizó, aunque todos asentían con la cabeza. Como no hubo comentarios, continué:
- O ese pasaje sobre Virginie, que hace la misma autora: “Como en un sueño, Eduardo le abrió la portezuela del auto y ella se sentó a su lado. Sus cabellos rozaron su mejilla y un aroma delicioso, como el de las violetas después de la lluvia, embriagó sus sentidos. Una mujer que embriagaba por su belleza… ¡Entonces era cierto que existían!”. - Es decir, no se trata de lo bello de su rostro, o de las formas de su cuerpo. Más bien algo, una belleza interior que cautiva sin darnos cuenta; que nos causa una respuesta puramente emocional. Como decir que la belleza habla el lenguaje del alma. Un poco como aquel síndrome de Stendhal que comentábamos- Acoté.
La mesa permaneció callada por un instante más, hasta que alguien comentó:
- Llama la atención, el que la belleza está en aquel que la observa, pero a la vez te habla en otro plano, a un nivel distinto que el puramente físico.-
- ¡Por supuesto! – dije, mientras daba otro sorbo a un grappa exquisito, servido un instante atrás.
- Pero quizás mencionas mujeres muy sofisticadas, al estilo de Agatha Christie y su nobleza británica.-
- Tal vez, pero no en el sentido de lo que se entiende hoy como sofisticado, que generalmente se piensa que tiene relación con el dinero. Es más una sofisticación de otro orden; son las maneras, la femineidad, la inteligencia, el conocimiento, el lenguaje con el que se expresa. Es el estar frente a una mujer centrada y culta. Es el tipo de belleza que un alma emite desde el interior y que la belleza externa no alcanza a contener. Y lo mismo sucede con la fealdad; una mujer fea por dentro es horrible aunque sea muy bella. No es una máscara, la mujer realmente hermosa no desea pasar por fuerte, por que ya lo es, ella lo sabe y no es necesario ser dura a cada instante; lo suyo es fortaleza, es seguridad. Si buscara una palabra para describir al tipo de belleza a la que me refiero, tal vez diría que me gustan las mujeres que son elegantes, más que sofisticadas. La sofisticación es apenas un barniz, una consecuencia natural de los múltiples estratos de un espíritu elevado. Esa elegancia de espíritu es hermosa y discreta, pero se expresa con fuerza, a la manera de la elegancia del 'sfumato' de los maestros del Cinquecento. Es algo que no está a la vista, pero que de manera inconsciente sabes que se encuentra ahí.-
Mis palabras quedaron suspendidas en el aire, y los que asistíamos a la mesa nos mirábamos pensativos. Se escuchaba por ratos únicamente el ruido de platos y el murmullo de las conversaciones de otras mesas. Continué.
- Recuerdo mucho algo que leí cuando muy joven, absolutamente intemporal y que marcó en cierto sentido mi gusto por las mujeres, y la razón por la que ahora pienso esto. Lo escribió Rene Sully Prudhomme, primer premio Nobel, quien en 1868 decía: (licencia de blog de por medio, recuerde, querido lector..) “Es una mujer elegante. No me refiero únicamente a esa elegancia de segundo orden que, en la mujer, no es más que el instinto del atavío que le sienta bien. ¿Qué mujer no posee en cierto grado el afán y el don de componerse según su tipo? Me refiero a una elegancia más elevada, la que sabe acoplar las maneras a la finura y a la elevación de la inteligencia y de la cultura más que a la elegancia del vestido y del cuerpo; esto último le es dado por añadidura. La naturalidad es señal de superioridad, lo mismo que la suficiencia presuntuosa es marca de mediocridad. Ahora bien, para que esta naturalidad se haga agradable, tiene que ser simpática, sencilla. La elegancia es fácil, pues no es otra cosa que el gesto de un espíritu escogido. No puede aprenderse, es espontánea y, sin embargo, se da cuenta de si misma, en lo cual se asemeja al buen gusto. El rebuscamiento aun puede ser elegante, pero la elegancia termina donde empieza la afectación. ¡Que bien se aprecian en la mujer esos matices, sutiles en apariencia! En la mujer a quien me refiero, me parece encontrar la elegancia pura, que es la mitad de su belleza. Su atavío está cargado de intenciones y desprovisto de pretensión; sabe perfectamente que lo importante no está en distinguirse por algún detalle de su porte, sino en ser distinguida, y que, sin dejar de ser ella, es preciso no parecerse a ninguna otra; porque todo se encuentra dentro de nosotros, y por consiguiente, todo debe armonizar en nuestro aspecto exterior. La elegancia en las cosas pequeñas reside sencillamente en la gracia; y, en las grandes, en la dignidad; en unas y otras debe ser ingenio. Esta cualidad ejerce sobre mí una seducción extraordinaria. ¡Como me gustaría hacer un verso que se pareciese a ella!”.
Guardé silencio, sopesando las palabras de Prudhomme y su efecto en los comensales, y en mi propia sensibilidad. Hablé.
- En ningún momento menciona la hermosura física de la mujer en cuestión, solo que "su elegancia es la mitad de su belleza", solo su gracia, su gesto, su ser, y en ese sentido, a mi me gustan las mujeres elegantes, a la manera de Sully Prudhomme, en 1868.
- ¿Entonces? - Dijo el italiano - Tu mujer elegante, como dices, es un ideal absolutamente romántico y diría que inalcanzable.
- No lo creo así -, dije. - Mujeres así las hay en todas partes.
- ¿Crees que no es difícil hallar una mujer así hoy día?- preguntó a todos uno de los chilenos, despertando comentarios generales.
- Mira, mi opinión es esta. A las mujeres así no hay que buscarlas, ellas gravitan hacía ti, siempre y cuando tú estés a la altura. Más bien, que tu espíritu lo esté; que el tuyo sea un espíritu de carácter y ambiciones renacentistas, un espíritu distinguido que arrope el suyo y en el que ella encuentre una fortaleza segura donde habitar y recorrer siempre nuevos pasillos y habitaciones. ¡Y en esa fortaleza se sentirá su presencia! Las almas solo pueden hablar con otras almas que hablen su idioma, en un mismo plano. Si no, están enjauladas, oprimidas. Y huyen.
La mesa, una vez más, permaneció en silencio. Parecía que lo dicho eran palabras definitivas y definían el tema, y lo agotaban. Mi hermano, con el inteligente timing que le caracteriza, salvó el impasse proponiendo un brindis: - ¡Por las mujeres elegantes, a la manera de Prudhomme! – Todos alzaron su copa y repitieron: - ¡Por las mujeres elegantes! – Nos despedimos un poco reflexivos. Sin duda el tema de la belleza no era cosa sencilla, y el de reconocerla y verla a los ojos y retenerla a tu lado, menos. Pero para nosotros, mi hermano y yo, otras bellas cosas nos esperaban en Roma, al otro día.
Más tarde, ya en el vaporetto de regreso a Mestre, donde nos hospedábamos, observé con inmenso placer la puesta del sol al caer tras la silueta del la iglesia de Santa María della Salute, en contraste con las verdes aguas de la laguna Veneta, una visión en verdad de una belleza extraordinaria…
Xavier H. Castañeda
Extracto del libro "El Instante Pleno, París. Relatos de pasión, amor y erotismo. Cuadros de una Exposición", disponible en tiendas Amazon alrededor del mundo:
http://es.wikipedia.org/wiki/SÃndrome_de_Stendhal
http://es.wikipedia.org/wiki/Venecia
http://es.wikipedia.org/wiki/Carnaval_de_Venecia
Trattoria Chinellato
Indirizzo: Castello, 4227
Città, provincia e CAP: Venezia (VE) - 30100
Telefono: 041 5236025